Nivel socioeconómico puede otorgar hasta 11 años de vida extra en ChileCon 60 años ¿sabe cuántos años le quedan de vida? Estudios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) proyectan que en el país a las mujeres les quedan 25 años y a los hombres 17, en promedio. Pero esa cifra puede variar hasta más de una década, dependiendo del nivel socioeconómico de la persona (La Tercera - 24 de noviembre de 2013).

Así lo revela un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, que siguió entre 2000 y 2010 a 1.019 adultos de 60 años de la capital de distintos niveles socioeconómicos para estimar su esperanza de vida y saber cuántos de esos años lo vivirían con o sin problemas de salud.

El resultado muestra que en las mujeres la diferencia puede llegar a más de una década. Si a los 60 años, las mujeres de estrato socioeconómico bajo tienen una expectativa de vida de 17 años (es decir, viven hasta los 77 años, en promedio), las de clase media tienen 20 años (llegan a 80) y las de clase alta 28 años (88 años).

Los años con limitaciones físicas fueron menores a medida que aumentaron los ingresos. Las más pobres viven 12 de los 17 años de vida que tienen sobre los 60 años con problemas de salud. Mientras que las de clase media y alta, nueve años (de 20 años) y ocho años (de 28), respectivamente.

En el caso de los hombres, la distancia entre las clase más y menos pudiente es de tres años: 77 para los más pobres (17 años extra sobre los 60 años) y 80 para los ABC1 (19,8 años extra).

Los hombres de clase media muestran la menor expectativa de vida (75,6 años), aunque viven menos tiempo con problemas de salud que los más carenciados: 4,4 años contra 12 años.

Funcionalidad
Alejandra Fuentes, socióloga de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile y autora del estudio, explica que la funcionalidad es el aspecto central en la salud de los adultos mayores y que ésta no sólo depende de los procesos biológicos del envejecimiento, sino también del contexto social en que se vive. “Sabíamos que había una brecha socioeconómica, pero nos sorprendió que fuera tan amplia”, indica Fuentes.

Esteban Calvo, sociólogo y director del Magíster en Políticas Públicas de la UDP, dice que las personas de nivel socioeconómico más bajo se exponen a situaciones más adversas, como por ejemplo, una peor dieta y ambientes más contaminados en períodos críticos, como la infancia. “En cambio, las personas de nivel socioeconómico más alto pueden contrapesar el efecto de situaciones adversas con una mejor dieta, lugar donde vivir y tratamientos médicos”, dice.

Otro factor que influye es la alfabetización en salud, dice el experto. A mayor educación, esta aumenta, lo que permite que una persona pueda reconocer síntomas y saber a qué especialistas asistir. “Es la forma de protegerse y tener un mejor tratamiento en forma más oportuna”, aclara Calvo.

Mujeres más expuestas
Las mujeres son más longevas que los hombres en todo el mundo. En Chile, según las Ultimas Estadísticas Vitales (INE), ellas tienen una expectativa de 82 años, contra 77 años de los hombres.

Sin embargo, esa mayor longevidad no va de la mano con mejor calidad de vida. “Viven más, pero tienen más años de peor salud”, dice Fuentes.

A la constitución biológica de las mujeres -que hace, por ejemplo, que sufran más de osteoporosis-, se suman las condiciones de género. “Ellas enfrentan peores condiciones culturales, como tener una doble carga de trabajo. Y haber pasado hambre alguna vez en la vida fue un indicador que se dio más alto en las mujeres”, comenta Fuentes.

Factor clase media
Estos resultados -que son parte de un estudio Fondecyt (N°10800589) dirigido por la Doctora Cecilia Albala del Inta-, también revelan cómo la clase media se ve afectada.

Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la U. Andrés Bello, explica que eso ocurre principalmente por el acceso a los medicamentos. “Lo que se genera es que los grupos de más bajos ingresos estén muy bien protegidos por el sistema público, porque tienen financiamiento de los medicamentos, pero los grupos medios y medios bajos deben asumir gran parte grande de los gastos en medicamentos y enfermedades crónicas. En ese grupo no es extraño encontrar niveles de gasto sobre el 60% en salud”, dice Sánchez.

Juan Carlos Oyanedel, director del Centro de Estudios Cuantitativos y Opinión Pública de la Usach, explica que la relevancia del estudio es mostrar cómo el acceso a la salud está mediado por el nivel socioeconómico. “Cuando se ve la expectativa de vida, nos damos cuenta de que a pesar de que se ha avanzado, no se ha hecho de forma pareja”, dice Oyanedel. La única forma de resolver eso, afirma, es con un mayor desarrollo de la salud pública y cobertura de los sectores medios.

El lugar donde se vive también influye, dice Rubén Castro, demógrafo de la Universidad Diego Portales. De hecho, las últimas Estadísticas Vitales del INE muestran que la expectativa de vida en las distintas regiones del país tiene diferencias de hasta cinco años. Así, por ejemplo, en el caso de los hombres, la mayor expectativa de vida se da en la Primera Región, con 83,8 años, y la más baja en la XI Región de Aysén, con 79,3 años. “Es lo que se crítica de muchas políticas sociales, ya que muchas de esas condiciones están dadas por el contexto local. Y eso determina muchas veces la proximidad o no a los sistemas de salud”, señala Castro

Fuente consultada: Alejandra Fuentes Académica Escuela de Salud Pública.

Fuente: Escuela de Salud Pública